Joaquín Sten, fotógrafo argentino que se interesó por revivir momentos históricos que sucedieron en argentina años atrás. Un concepto mágico y profundo es lo que logra el artista al hacer sus modificaciones en las imágenes originales. Te presentamos algunas de las mejores muestras creativas.
Cuéntanos un poco sobre tu vida
Estudié primer año de la carrera de fotografía en la EAF (Escuela Argentina de Fotografía) en 2012, y luego decidí no continuar mis estudios allí. Me interesó estudiar la carrera de fotoperiodismo y fotografía documental. Prefiero dedicarme a hacer fotos que digan algo, algo que pienso o siento. No me gustó la idea de graduarme de fotógrafo y tener que salir a subsistir vendiéndome a revistas y empresas a las que sólo les interesa utilizar las fotografías para crear falsos deseos. Así que decidí orientar mis estudios en la fotografía documental y periodística.
Siguiendo la línea de lo que contaba anteriormente, mi objetivo es adentrarme en el mundo del fotoperiodismo. Suelo notar que en el mundo del arte existe cierta sensibilidad. Al mismo tiempo, no me siento útil en algo que no sea la fotografía. Me gusta la fotografía como herramienta de concientización y como modo de expresión.
¿Qué te inspiró a hacer este tipo de fotos?
La idea de hacer este tipo de fotos surgió exactamente el último 5 de octubre. Y es que al día siguiente iba a ir al Monumental, a ver un nuevo River - Boca. Entonces, una noche antes del partido, no recuerdo cómo, encontré una foto del mundial 1978 en internet, tomada en el mismo estadio, y desde la misma ubicación desde donde yo iba a ver el encuentro. Y fue así que se me ocurrió implementar esta técnica ya conocida y utilizada por muchos fotógrafos. Luego me di cuenta del sinfín de fotografías de archivo de Buenos Aires que existía, y que desconocía. Archivos con muy buena resolución, con tomas increíbles; de dictaduras; de manifestaciones; hechos varios, históricos, como el bombardeo en Plaza de Mayo en 1955, y otros más recientes como la crisis de diciembre del 2001. Me fui dando cuenta que estas fotos provocaban un no sé qué en la gente que las miraba. Sobre todo, fotos como la de la Casa Rosada a comienzos de la dictadura del 76, manifestaban y provocaban cierta sensibilidad; otras, quizá, cierta nostalgia.
La técnica de fusión entre foto antigua y foto actual es usar la herramienta máscara de capa de Photoshop. Coloco una toma sobre la otra, de manera que queden lo más similares posibles. Luego, con dicha herramienta, elijo qué partes pasadas y qué partes presentes deben quedar en el procesado final. Lo demás, los primeros pasos, está de más supongo decirlo (por obviedad): ir al lugar de la foto antigua que poseo (la llevo en el celular para tenerla a mano) y tratar de tomar otra foto lo más parecida posible.
La mayoría de fotos que utilicé pertenecen al Archivo General de La Nación, al cual le compré alguna que otra. La mayoría las encontré en blogs y demás páginas dedicadas al archivo fotográfico argentino.
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Para conocer más de este artista:
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