jueves, 20 de febrero de 2014

La parte dolorosa de la tradición



Asistir al Carnaval de La Vega y recibir vejigazos de los diablos cojuelos es parte inseparable de la experiencia de esta expresión del colorido dominicano. Eso no se discute.
Lo discutible, sin embargo, son las secuelas que algunos de estos ñaparentemente- no malintencionados golpes producen.
Sin lugar a dudas es parte de la diversión, pero a veces, esta diversión se torna en un agudo dolor.
Las vejigas, hechas con ubre de vaca o toro hinchado, son el arma con el cual los diablos azotan a los asistentes para, según la tradición, preparar al cuerpo y ‘limpiarlo’ de pecados para la Semana Santa.
 ‘Vi una gran careta blanco con azul que se acercaba a mí, repentinamente escuché un sonido seco, me privé del dolor, se me aguaron los ojos. Al intentar caminar estaba cojeando y me di cuenta que no fue un vejigazo normal, al levantar la mirada no pude alcanzar a ver cuál, de los cientos de diablos cojuelos que me rodeaban fue el que me golpeó’.
Este es el testimonio de una joven que hoy está marcada en su muslo derecho con un moretón, que descubrió, luego de acabada la emoción, la algarabía y las risas que se expanden por las calles del carnaval de La Vega.
Pero, ¿dónde se dibuja la línea entre la inocente diversión y el dolor que raya en el abuso?
Según el presidente del Instituto Vegano de Cultura, César Arturo Abreu, las vejigas de los diablos cojuelos son reguladas por la seguridad de forma que estas cumplan con los requerimientos para participar en el carnaval, una vez aprobadas son marcadas con una etiqueta y si encuentran alguna sin la debida identificación son confiscadas y destruidas.
Abreu agrega que entre las medidas que se pueden tomar para evitar ser impactado por un inmisericorde vejigazo es transitar por las aceras y no en la calle, pues no está permitido azotar a los presentes en ese caso.
Esto, como parte de todo el engranaje que busca cuidar a los asistentes, mantener la seguridad y armonía en el carnaval vegano.
Empero, la afluencia de personas a este evento cultural es tan grande que siempre se dan excepciones y alguien resulta víctima de un vejigazo increíblemente doloroso.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario