Reconocido como uno de los grandes novelistas del siglo XX, Gabriel García Márquez supo ganarse un lugar entre los principales referentes de la literatura latinoamericana.
Apreciado por su labor como escritor y periodista porque desde joven el colombiano incursionó tanto en el género del “realismo mágico”, como en los reportajes.
Nació en Aracataca, Colombia, el 6 de marzo de 1928. Gabriel García Márquez, conocido cariñosamente como “Gabo”, comenzó a involucrarse en el periodismo a los 20 años con pequeñas colaboraciones para el diario “El Espectador”.
Tras un breve paso por el periódico “El Universal” como reportero, finalmente decidió abandonar la carrera de Derecho para dedicarse al periodismo. Así fue como resolvió trasladarse a Barranquilla, para poder trabajar como columnista del diario “El Heraldo”.
El tiempo lo terminó consagrando como uno de los grandes periodistas latinoamericanos y en 1994 creó la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) en Cartagena de Indias, junto con su hermano Jaime García Márquez y el entonces director del Canal Regional de Televisión del Caribe colombiano (Telecaribe), Jaime Abello Banfi, con el objetivo de formar a los futuros profesionales.
Luego de varios años dedicados casi por completo al periodismo comenzó a publicar sus cuentos y escritos. Poco a poco fue incursionando en la literatura, y en 1955 publicó su primera novela, “La Hojarasca”.
Pero su salto a la fama se produjo recién de la mano de “Cien años de soledad” (1967), en la que trabajó durante 18 meses. Considerada como una de las novelas más importantes de la literatura universal del siglo XX marcó el punto de inflexión en su carrera. El éxito fue fulminante: en pocos días se agotó la primera edición y en tres años vendió más de medio millón de ejemplares.
En 1982 llegó el reconocimiento a su prestigio literario y se consagró como ganador del Premio Nobel de Literatura. Según la Academia Sueca fue premiado “por sus novelas e historias cortas, en las que lo fantástico y lo real son combinados en un tranquilo mundo de imaginación rica”.
Durante los primeros años de la década del 60 su lugar de inspiración fue la oficina que tenía en su casa de Ciudad de México, donde produjo algunas de sus creaciones más recordadas, como su obra cumbre ¨Cien años de soledad¨.
Años más tarde, a partir de 1974, el escritor comenzaría a alternar su residencia entre México, Cartagena de Indias, La Habana y París, lugares que marcarían tanto su vida como sus numerosas publicaciones.
También tuvo un breve paso por Barcelona, sitio que eligió para instalarse en 1969. Su estadía en España fue decisiva para la constitución de lo que posteriormente se conoció como “Boom” de la literatura hispanoamericana, del que fue uno de sus mayores representantes.
En 1960 tras el triunfo de la Revolución Cubana vivió seis meses en La Habana trabajando para Prensa Latina, una agencia de noticias creada por el gobierno cubano para contrarrestar la propaganda en su contra.
Su relación con Cuba y más específicamente con el expresidente Fidel Castro fue fundamental a lo largo de su vida. García Márquez no sólo sentía una admiración por el líder cubano, sino que además simpatizaba con la insurrección guerrillera que había protagonizado el país.
Fue justo en Cuba donde en 1986 pudo cumplir con una de sus grandes aspiraciones y promover la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano. Con la ayuda del director argentino Fernando Birri, fundó la Escuela Internacional de cine de San Antonio de los Baños.
Su pasión por la cultura latinoamericana no aparece reflejada sólo en sus obras literarias, también se ha manifestado en su participación política y en las relaciones que fue construyendo a lo largo de su vida.
Durante la década del 70, época en que América Latina aparecía sumida en sangrientas dictaduras, el escritor se destacó por su lucha activa en defensa de los derechos humanos. Además, participó como mediador en las conversaciones de paz adelantadas entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el gobierno colombiano, que tuvieron lugar en Cuba.
También ofició de intermediario en las negociaciones del gobierno de Belisario Betancourt con el movimiento insurgente colombiano M-19, que de todas maneras fracasó. Su compromiso político con los movimientos de izquierda lo llevó a tratar con numerosos gobernantes y personalidades destacadas, entre los que figura el líder palestino Yasser Arafat, a quien conoció en 1995, en su paso por Cartagena.
Después de su graduación en 1947 se fue a Bogotá a estudiar derecho en la Universidad Nacional de Colombia. Gabo descubrió su gran admiración por uno de los autores que marcaría su pasión por la escritura: Franz Kafka. La lectura de ¨La metamorfosis¨ lo arrastró hacia un nuevo modo de ver la literatura, compuesta ya no por un estilo tradicional sino repleto de historias con elementos fantásticos que aparecen entrelazados con los aspectos de la vida cotidiana.
El poeta estadounidense William Faulkner fue otro de sus grandes inspiradores. Atraído por el uso constante del monólogo interior y la inclusión de múltiples narradores o saltos en el tiempo dentro de la narración, García Márquez admitió en numerosas ocasiones que se trataba de uno de sus escritores preferidos.
Algunas otras de sus influencias más notorias fueron los escritores europeos James Joyce y Virginia Woolf, así como también el escritor y periodista estadounidense Ernest Hemingway, ganador del Premio Pulitzer en 1953 por ¨El viejo y el mar¨ y del Nobel de Literatura por su obra completa. En el 2000, Gabo tuvo incluso la oportunidad de fotografiarse en la casa de su ídolo literario, junto a Arthur Miller, dramaturgo y guionista norteamericano.
En 2007, tras 24 años de ausencia en su ciudad natal, regresó a Aracataca acompañado por su mujer, Mercedes Barcha, para formar parte de un homenaje que le rindió el gobierno colombiano al cumplir sus 80 años de vida y los 40 desde la primera publicación de ¨Cien años de soledad¨.
La pareja se conoció en Sucre cuando ella era muy joven, pero recién contrajo matrimonio en 1958 en la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, situada en Barranquilla. Mercedes fue siempre su gran compañera de vida y madre de sus dos hijos, la que lo acompañó incluso en los tiempos más difíciles.
En 1959 tuvieron a su primer hijo, Rodrigo, que se convirtió en cineasta. Unos años después nació Gonzalo, quien se desempeña actualmente como diseñador gráfico en la Ciudad de México.
Otras de sus influencias más notorias fueron los escritores europeos James Joyce y Virginia Woolf, así como también el escritor y periodista estadounidense Ernest Hemingway, ganador del Premio Pulitzer en 1953 por ¨El viejo y el mar¨ y del Nobel de Literatura por su obra completa. En el año 2000 Gabo tuvo incluso la oportunidad de fotografiarse en la casa de su ídolo literario, junto a Arthur Miller, dramaturgo y guionista norteamericano.
Como todo gran artista, García Márquez fue homenajeado y premiado en numerosas ocasiones tanto por su trabajo literario como por su labor periodística. Si bien suele reconocérselo por ganar el Premio Nobel de Literatura de 1982, también ha recibido el Doctorado Honoris causa de la Universidad de Columbia en New York (1971), como el de la Universidad de Cádiz (1994). En 1981 recibió una medalla de la legión de honor francés en París y, cuatro años más tarde, obtuvo el premio Cuarenta Años del Círculo de Periodistas de Bogotá.
El 25 de marzo de 2010 el gobierno colombiano terminó de reconstruir la casa en la que nació en Aracataca, e inauguró en ella un museo dedicado a su memoria, con más de 14 ambientes que recrean los espacios en los que transcurrió su niñez.
Con el paso de los años García Márquez fue cosechando cada vez más seguidores. Dentro de su gran caudal de obras 'El coronel no tiene quien le escriba' (1961) fue una de sus más destacadas, ya que se trata de su segunda novela, escrita durante su estadía en París, cuando era corresponsal de prensa a mediados de los años cincuenta. Luego llegaría 'Cien años de soledad', obra con la que alcanzó la cima del éxito.
Sin embargo, muchas de sus publicaciones posteriores también fueron muy aclamadas, como ¨El otoño del patriarca¨ (1975), ¨Crónica de una muerte anunciada¨ (1981) y ¨El amor en los tiempos del cólera¨ (1985), que incluso fue llevada al cine. Luego, llegó ¨El general en su laberinto. (1989), ¨Del amor y otros demonios¨ 1994 y ¨Noticia de un secuestro¨ (1997), entre algunos de sus títulos más destacados.
En 1999 le diagnosticaron un cáncer linfático, por lo que debió someterse a un tratamiento intensivo para combatirlo. Tras una intensa lucha contra su enfermedad, en 2002 decidió editar ¨Vivir para contarla¨, un libro con más de 800 páginas donde narra los pormenores de su propia vida. Dos años después llegó ¨Memoria de mis putas tristes¨, y finalmente en 2010 publicó ¨Yo no vengo a decir un discurso¨, su último trabajo, que incluye escritos inéditos.
El 6 de julio de 2012 su hermano Jaime García Márquez publicó en su cuenta de la red social Twitter que el escritor colombiano padecía de demencia senil y advirtió que estaba perdiendo la memoria de a poco. Además, señaló que los problemas del autor de ¨Cien años de soledad¨ se anticiparon debido al tratamiento que recibió en 1999 para superar el cáncer linfático que lo aquejaba.
Como el ganador del Premio Nobel se retiró de la vida pública un año después de editar su último libro, numerosas han sido las especulaciones sobre su estado de salud. La última vez que se presentó en sociedad fue durante la apertura del Museo Soumaya en la Ciudad de México, junto al magnate Carlos Slim.
Dueño de un estilo particular, Gabriel García Márquez fue una figura paradigmática del “Boom” de la literatura latinoamericana de la década del 60. Es uno de los principales exponentes del realismo mágico, género en el que entrelazó la realidad narrativa con elementos fantásticos. Reconocido como uno de los grandes novelistas del siglo XX ha sido el único escritor colombiano galardonado con el Premio Nobel de Literatura y su nombre es un emblema del periodismo mundial.
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