jueves, 24 de abril de 2014

Roberto Ferri, el nuevo Caravaggio!!!

El italiano Caravaggio es considerado el primer gran exponente de la pintura barroca. De Caravaggio se ha dicho que fue un revolucionario tanto por su vida turbulenta como por su pintura, en la que planteó una oposición consciente al Renacimiento y al manierismo. Siempre buscó, ante todo, la intensidad efectista a través de vehementes contrastes de claroscuro que esculpen las figuras y los objetos, y por medio de una presencia física de vigor incomparable. Al evitar cualquier vestigio de idealización y hacer del realismo su bandera, pretendió que ninguna de sus obras dejara indiferente al espectador. Desde el principio de su estancia romana rechazó la característica belleza ideal del Renacimiento, basada en normas estrictas, y eligió el camino de la verdad y el realismo, realizando sus obras mediante copias directas del natural, sin ningún tipo de preparación previa.


Al igual que Caravaggio, el pintor italiano Roberto Ferri ha causado conmoción en los círculos artísticos gracias a sus obras, herederas de las pulcras y magistrales técnicas del claroscuro barroco; parecen haber nacido en aquella Roma de finales del Renacimiento, pero irrumpen en pleno siglo XXI con un poder que inquieta, aturde y seduce.


En 2006, Roberto Ferri se graduó con honores de la Academia de Bellas Artes de Roma, en la especialidad de escenografía, pero desde siempre su principal labor la ha desempeñado frente al lienzo, convencido de que la pintura tiene una nueva fuerza en diversas partes del mundo. 

La galería Etra Events, en Florencia, es la primera en otorgarle una exposición integral.Roberto Ferri y la eternidad de la pintura, recupera la gran tradición del arte figurativo en la ciudad, según afirma la curadora Francesca Sacchi Tommasi. Se presentan unas 15 pinturas sobre lienzo, todas de manufactura reciente; entre ellas, un bellísimo retrato de la estrella del burlesque italiano Giuditta Sin, que el pintor tituló Chloris (en la mitología griega, es el nombre de la diosa de las flores).

La obra que verá el público de Florencia en los próximos días es la representación anatómica perfecta de cuerpos y lo sagrado, en poses y expresiones que recuperan y actualizan los modelos clásicos, el elemento central del estilo del artista, añade Saachi. La popularidad del artista creció desde que expuso en Roma en 2013, en el Palazzo delle Esposizioni, y pronto parece será mundial.
Paraísos perdidos, luciferes, ángeles caídos, sirenas malignas y otras bestias sensuales: de ello se compone el mundo de este “nuevo Caravaggio”, como muchos lo llaman hoy en día. El historiador de arte Maurizio Calvesi consideró que la obra del joven artista conjuga la técnica de Miguel Ángel con el surrealismo, “entre la gracia y la morbosidad sadomasoquista”. Luego, añadió: “Aquí es un surrealismo que tiene la capacidad metamórfica de un Dalí, excepto que en Dalí es viscosa, en cambio, en Ferri es carnal”.

“Mi mundo interior está hecho de placer y dolor, Eros y Tánatos, sueños y pesadillas, son las imágenes que llevo dentro, entonces, mis cuadros son como ventanas abiertas a todo ello que es la parte más íntima, más escondida, más hermética, pero también la más sensible”, confiesa Ferri, cuya obra pronto será clásica, tal su belleza y su intensidad.



















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